Punto agridulce tras remontar un 0-2 ante el colista (3-3)

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(Daniel Nuñez) El Victoria Kent suma un punto o pierde dos. El vaso medio lleno o medio vacío. Era contra el colista, Alcalá, que lo había perdido todo, pero algún día, en algún partido, iban a sumar por primera vez. Ese momento tenía que llegar. Y llegó ayer, en El Limón. Los alhaurinos llegaron a perder 0-2. Con esa situación, el empate era un gran resultado. Daba igual que fuese Alcalá o El Ejido, líder de la categoría. En la segunda parte se culminó la remontada. Y, al final, los sevillanos pusieron el 3-3. Agrio, dulce o agridulce.

Cuestión de perspectivas

El comienzo del encuentro parecía presagiar que el aficionado alhaurino se lo iba a pasar muy bien. Era un día para disfrutar, con la previa presentación del resto de las categorías y, por tanto, con un ambiente festivo y animado. Pero ya no era solo la predisposición de los allí presentes, sino que los dos equipos dieron espectáculo y las ocasiones se sucedieron en ambas áreas. Y con las ocasiones acabaron llegando los goles. Hasta tres en solo seis minutos de cronómetro. De nuevo los de Víctor Quintero iban a empezar perdiendo, porque quien golpeó primero fue Alcalá.

Y no una vez, sino dos. Igual que contra Peligros y Futuro Carmonense. Es decir, de los cuatro partidos en casa, en tres ocasiones ha sucedido lo de ayer: 0-2 y a remar con el mar revuelto. Solo ayer se consiguió sacar algo positivo, ya que en los otros dos se acabó perdiendo por 2-3. Apenas necesitó un par de minutos, en el 4′ y en el 5′, el conjunto visitante para poner la ventaja de dos goles en el marcador. Goles que podrían haberse dado en cualquiera de las dos porterías, pero que se acabaron dando, por partida doble, en la de Luna.

Pero la reacción iba a ser, como poco, temprana. Porque Álex Sanz se iba a estrenar en la temporada con una gran diana en el minuto seis de encuentro para reavivar a una grada que, aunque no dejó de animar en ningún momento, se había quedado algo fría con los dos tantos visitantes. Un inicio de partido trepidante que parecía presagiar un festival de goles que al final no fue. Y lo que sí que fue, pero en el último segundo del primer tiempo, fue el gol de rebote de Claudio Da Silva, que se sacó un trallazo marca de la casa, que tocó en un jugador rival y se coló para dentro. Un 2-2 que cualquier aficionado alhaurino hubiera firmado tras los primeros cinco minutos de encuentro.

Tras el paso por vestuarios, la situación fue a la inversa. Si en la primera mitad fue Alcalá quien golpeó antes en los primeros minutos, ahora iba a ser el Kent y, en concreto, Alejandro Sánchez ‘Mini’, el que iba a culminar una gran remontada. Aunque la peor noticia era que todavía restaba un cuarto de hora de cronómetro para que finalizara el choque. Además, los visitantes iban a apretar. Y mucho, porque el empuje del cuadro sevillano junto a la inercia del resultado, iba a forzar que los locales dieran uno (o dos) pasos atrás. Casi metidos en el área, los alhaurinos trataron de mantener un marcador que se iba a acabar moviendo.

Hasta que en el minuto 34 llegó el empate. Barullo en el área que hizo que el balón le cayese en la frontal al jugador más destacado de los visitantes, Nando, que no perdonó y puso el 3-3 en el electrónico. Solo alguna que otra combinación entre Raúl y Claudio parecía dar esperanzas para la victoria de los amarillos. Victoria que no iba a llegar porque apenas iba a pasar nada más en un encuentro que trajo el debut de Merino en El Limón y el estreno de Iván, del equipo juvenil, en una convocatoria en casa. La próxima semana tocará visitar al Ceutí, segundo clasificado con un partido menos que el líder, El Ejido, al que derrotó ayer por 2-3.