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La localidad de Arriate, en la provincia de Málaga, es conocida por sus fiestas peculiares, y entre ellas destaca el «Día de la Vieja». Esta celebración, que se ha mantenido desde principios de siglo, es una forma de romper con la rigurosidad de la Cuaresma y disfrutar de un día de campo con la familia.
La tradición de «partir la Vieja» viene de antiguo, cuando los fieles católicos deben cumplir con el ayuno y la abstinencia durante la Cuaresma. Sin embargo, en el domingo central de este tiempo litúrgico, conocido como «laetere», se hacía una pausa en la penitencia, lo que permitía a la población disfrutar de una comida especial y romper con las restricciones alimentarias.
En Arriate, este día se celebra de la misma forma que lo hacían sus antepasados, con una comida campestre en el lugar de Parchite. Las familias llevan cestas y canastos con una variedad de comida local, que incluye roscas de pan, huevos duros, salmorejo pobre, limones dulces y chacinería, acompañada de mistela casera y rosquillos de vino.
En el pasado, los canastos se transportaban en tren o en burros, y los habitantes del pueblo hacían el camino andando. Hoy en día, la mayoría de los vecinos utilizan vehículos de motor para llegar al lugar de celebración.
La celebración del «Día de la Vieja» es una fiesta popular que no se puede entender desgajada del contexto en el que se ha vivido tradicionalmente. Por eso, además de los residentes en el pueblo, muchos arriateños que viven en la capital o en la provincia vienen ese día a la localidad para disfrutar de esta celebración tan peculiar.
