Francisco Javier Salas toma posesión de su cargo como subdelegado en Málaga

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El delegado del Gobierno, Pedro Fernández, ha agradecido a Teófilo Ruiz su labor y trabajo realizado hasta la fecha en la Subdelegación de Málaga

 El Boletín Oficial del Estado publicaba  hace unos días la designación de Francisco Javier Salas Ruiz como nuevo subdelegado del Gobierno en Málaga, según resolución del delegado del Gobierno del 16 de julio.

La publicación recoge que Francisco Javier Salas Ruiz, funcionario del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, cumple los requisitos y especificaciones exigidos en la convocatoria. Pasado el trámite de la publicación en BOE, la toma de posesión se ha realizado en la capital malacitana este martes día 27 de julio por la mañana.

Francisco Javier Salas Ruiz

Nacido en Málaga en 1967, es funcionario del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria desde 2005.

Desde 2010 a 2015 ha ocupado la dirección del IES ‘Litoral’ (Málaga). Con anterioridad (desde 1995) ha desempeñado labores docentes en centros de bachillerato, secundaria y FP y en la actualidad es profesor del título superior de Superior Dietoterapia y Educación para Salud.

Es Doctor en Bioquímica Clínica y Patología Molecular por la Universidad de Málaga, licenciado en Ciencias (Biología) y en Derecho.

Ha sido delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía desde 2015 hasta 2019.

Discurso de toma de posesión del Subdelegado del Gobierno en Málaga. 27/07/2021

Excmo. Sr. Delegado del Gobierno, Excmo. Sr. Alcalde de Málaga Ilma.         Sra.      Delegada  del   Gobierno  de   la   Junta  de   Andalucía, Comisario-Jefe Provincial acctal. del Cuerpo Nacional de Policía, Coronel-Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Subdelegado del         Gobierno   saliente,   estimado   Teo.   Autoridades   civiles   y militares, Amigos y amigas, señoras y señores.

Es un orgullo para mí asumir la responsabilidad de ser Subdelegado del Gobierno en la provincia de Málaga, y hacerlo, además, delante de quienes me han apoyado y a los que agradezco la confianza depositada en mí y a los que me une no solo la vocación de servicio público, sino también un profundo afecto. Gracias a todos y todas por estar aquí hoy. Gracias Sr. Delegado del gobierno por esta confianza.

 

Me gustaría, en este momento, destacar la labor desempeñada por Teófilo, labor ejercida con denuedo en una época muy complicada de pandemia, gracias Teo por tu humanidad y entrega al servicio público.

Agradezco también, a mis compañeras y compañeros del Partido Socialista que hoy me acompañan, por su apoyo y afecto en todo momento, gracias de corazón. A mi familia, amigas y amigos, no tengo palabras.

Aprovecho también para reconocer el trabajo que realizan los medios de comunicación aquí presentes. Su profesionalidad e independencia son garantes del funcionamiento de cualquier sociedad democrática, por lo que muestro mi máximo respeto y colaboración en su trabajo.

Me presento ante ustedes, con el firme propósito de contribuir con mi dedicación y esfuerzo al progreso y desarrollo de nuestra tierra, como representante del Gobierno de España en Málaga. Es un honor representar en esta provincia a la que amo, a un Gobierno social, de progreso, que ha traído al centro de sus políticas a los que han estado olvidados y en los márgenes, que ha sido capaz de iniciar la senda de recuperación de los derechos de la ciudadanía.

En la pandemia que aún padecemos y la crisis económica y social que ha producido, puedo citar algunos elementos claves de la acción de nuestro Presidente, Pedro Sánchez y del Gobierno de España, que están contribuyendo de forma definitiva a afrontar esta difícil situación histórica y a que salgamos de ella lo mejor posible como sociedad. La gestión de las vacunas, en la que España es un ejemplo mundial, gracias a nuestra sanidad pública y a sus grandísimos profesionales, la transferencia extraordinaria

de fondos a las CCAA, la herramienta de los ERTE y los préstamos ICO, que ha permitido la subsistencia y recuperación de muchas empresas y puestos de trabajo, y la consecución de una partida histórica de fondos europeos para la recuperación del país.

En esta recuperación juegan, sin duda, un papel protagonista, sindicatos y empresarios. Con su entendimiento y acuerdos avanza nuestra sociedad. Todo exige a su vez, un esfuerzo de los que somos servidores públicos desde todas las administraciones, el Gobierno de España, la Junta de Andalucía, las Diputaciones y los ayuntamientos, instituciones todas aquí representadas y a las que estoy sumamente agradecido por su asistencia y por su trabajo y colaboración.

Y es la tarea principal que nos va a ocupar, tarea común de las administraciones, el progreso de Málaga. Ese progreso pasa por afrontar los retos de la provincia, la mejora de infraestructuras, el agro, el medio ambiente y todos los temas que contribuyan a construir una Málaga mejor.

Por este motivo encontraréis en mí el máximo dialogo, la máxima coordinación que nos exige nuestra responsabilidad. Pero ante personas que usan la institución a la que representan de forma simplista y que utilicen el agravio permanente y la afrenta, me tendrán en contra combatiendo esos argumentos. Las malagueñas y malagueños merecen el máximo respeto, el utilizar a la ciudadanía como rehenes de unas ideas para la confrontación, sólo lleva a la larga al descrédito de nuestra labor política, socavando poco a poco la convivencia de  personas e ideas, que es ni más ni menos, la base de nuestro sistema democrático.

Me siento muy orgulloso de comenzar esta tarea, de representar a mi gobierno en mi provincia, Málaga. Entre otras cosas porque me siento muy malagueño, tanto que podría participar en una nueva película que se titulara ocho apellidos malagueños. Solo un bisabuelo era de fuera de la capital, pero oriundo de la malagueñísima localidad de Cómpeta. No olvido quien soy. Ni de donde vengo. Mi tatarabuelo, y su padre eran naturales de Málaga, del Perchel y de profesión jornaleros. Yo soy la primera persona con titulo universitario de toda mi familia, gracias a las políticas educativas de los gobiernos socialistas. El esfuerzo, pero también la igualdad de oportunidades a través del principio de equidad deben ser recompensados en cualquier sociedad que se precie.

Podríamos definir la acción política como el arte de gestionar los limitados recursos públicos. Como decía el insigne malagueño de Ronda, Fernando de los Ríos, “La gran virtud de toda política consiste en saber conjugar posibilidad y necesidad”. Por ello la democracia es el sistema menos imperfecto para hacerlo. La mayoría que decide el pueblo, gobierna, pero siempre bajo el respeto de las minorías que dictan las reglas del juego, las leyes. Ya dijo el filósofo inglés Bertrand Russell, que la sociedad requiere leyes, para hacer coincidir el interés personal con el social.

En el respeto a esas leyes y a nuestras reglas democráticas, un papel fundamental lo ocupa la justicia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado cuyos representantes nos acompañan y de los que toda la sociedad malagueña se siente orgullosa, constituyendo piezas clave en nuestra sociedad democrática. Las fuerzas del orden, junto a las leyes, como decían los antiguos griegos, se crearon para proteger a los débiles frente a los poderosos, frente a los que no necesitan normas, pues tienen la fuerza de imponer las suyas propias.

Nuestra acción política va destinada al pueblo, que es ni más ni menos, las personas que nos rodean. Nuestro trabajo es para ellos. Personas con nombre y apellidos, con problemas de día a día y con circunstancias muchas veces nada fáciles. Personas como mi padre, aquí presente, que no tuvo la oportunidad de estudiar. Con 12 años trabajaba por las mañanas para pagarse unos estudios primarios por la tarde. Posteriormente trabajó más de 40 años en un sótano sin luz natural para que sus hijos tuvieran una vida mejor y pudieran estudiar. Personas como mi madre, que hace años nos dejó, que fue la más brillante de su colegio e instituto y que no pudo ir a la universidad por ser mujer, debía quedarse cuidando de su padre, aunque consiguió su sueño de acceder a Ciencias Químicas en la Universidad ya con 67 años. Personas como mi suegro, aquí presente también, que desde las playas del Palo, consiguió aprender un oficio, trabajar en una fábrica, y ya con familia estudiar por las noches la licenciatura de Económicas y montar su propia empresa, o como mi suegra, que tuvo que dejar de trabajar al casarse. Personas como nuestras hijas e hijos, viviendo la infancia y sus estudios, con plena confianza en que sus padres velan por ellos y les proporcionaran un mundo mejor.

Un patriota no deja a nadie atrás. Por ello nuestro trabajo político es para ellos y ellas, esa es la razón por la que somos cargos públicos, para mejorar la vida de las personas, de todos los malagueños y malagueñas, de las españolas y españoles. Como lo describió María Zambrano “Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser persona” Ese es nuestro único y principal objetivo y por ello estamos obligados a dialogar, llegar a acuerdos y mejorar nuestra sociedad. Desde luego esto es lo que me va a ocupar. Y es lo que preocupa al gobierno de España.

Gracias a todos y todas por acompañarme en este acto. Viva Málaga, viva Andalucía y viva España.