La felicidad en las relaciones de pareja

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¿Qué determina la felicidad en una relación? Quizás sea el compromiso o bien la confianza. También el respeto y la admiración y, como no, la satisfacción sexual. Al comienzo de cualquier relación el romanticismo aflora por cada poro de la piel de la pareja y brilla con luz propia. Tan solo una mirada hará que la otra persona sienta un cosquilleo recorriendo todo su cuerpo y despierte toda su adrenalina. Con el tiempo, el romanticismo se vuelve monótono y ya no es suficiente una mirada para conseguir la excitación sexual, es decir, la frecuencia del deseo sexual viene influenciada negativamente con el paso de los años en una relación. El amor sigue perdurando, siempre que el respeto, la admiración y la confianza sigan siendo el epicentro de la relación. En este sentido, es indispensable seguir cuidando la relación, sin dejar de alcanzar la satisfacción sexual. Y para ello, podemos fomentar la pasión con la ayuda de diferentes artículos de un sex shop.

La satisfacción sexual, según Julia Velten y Jürgen Margraf en su artículo “¿Satisfacción garantizada? Cómo los factores individuales, de pareja y de relación afectan la satisfacción sexual dentro de las parejas”, será más positiva si existe una buena comunicación sexual en todos los sentidos. Sin olvidarse que el sexo satisfactorio vendrá marcado por la intimidad y conexión entre ambos miembros de la pareja. Existen diferentes artilugios que estimulan y ayudan a obtener placer en las relaciones. Tal es el caso de los dildos. O el bdsm. Ambos son muy usados para avivar la llama de la pasión y no caer en la monotonía. Suponen un revulsivo en la relación de pareja al experimentar otras formas de pasarlo bien.

La psiquiatra Roxanne Dryden-Edwards apunta que a medida que los hombres envejecen tienen una tendencia a sufrir más disfunción eréctil. En cambio, las mujeres tienden a disfrutar de un mejor funcionamiento sexual, siempre que la lubricación no le suponga un problema, sobre todo tras la menopausia. Además, la autora afirma que los niveles de deseo sexual, “están estrechamente relacionados con los de su pareja” y que “las mujeres que se estimulan a sí mismas también tienen más probabilidades de sentirse sexualmente satisfechas”.

Por tanto, en esa búsqueda de relaciones de pareja, en la que muchas personas se empeñan en encontrar una persona que le satisfaga plenamente en todo, se debe interpretar más bien como una ilusión o falacia. Ya que las relaciones no son para que la otra persona cubra el vacío que alguien pueda tener. Más bien, es un proyecto común en el que cada individuo presenta una forma de ser distinta y que con el tiempo dicho carácter se amoldará para el correcto funcionamiento de la pareja. De hecho, la tirantez, disconformidad e inestabilidad en las relaciones es una certeza. Cada persona es única. Distinta a la otra, y no existen personas iguales porque no hay objetivos vitales similares. Por ello es tan relevante el respeto, confianza mutua y probar artículos que enciendan la llama de la pasión.