Artículo Periodístico 2.443º: «700.000 imágenes del Archivo Fotográfico de la Universidad de Málaga»

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Este Fondos Fotográficos de la Universidad de Málaga, UMA, formado por setecientas mil fotos, reúne las colecciones o donaciones o fondos entre otros de la Colección Gonzalo de Castro, Diario de Málaga, Colección Temboury, Colección Bienvenido-Arenas Fotografías, etc.

Las realidades humanas van cambiando y evolucionando hacia otros modos de ser y de hacer y de representar la realidad, lo real. La fotografía es, podría ser una definición, el anhelo de captar lo real, de escribir con luz, como definieron los primeros fotógrafos del siglo XIX. El vestido cambia, los edificios y calles se van modificando, el paisaje urbano y natural también, las personas van creciendo-decreciendo, entrando en el gran teatro del mundo durante un tiempo, y desapareciendo otro…

Estamos casi a dos siglos del nacimiento oficial de la fotografía, por tanto, se han ido acumulando a lo largo de décadas, no solo evoluciones tecnológicas alrededor de este deseo o invención, es decir, la fotografía como tecnología ha ido cambiando en el soporte de captación de la imagen, hasta los modos de difusión. Ahora, diríamos estamos en la etapa de la informática, teleinformática y por consecuencia, hoy se podría expresar que nos comunicamos de tres formas esenciales: con la voz natural oral en el lenguaje diario, con el sistema de textos escritos del lenguaje oral natural, y con textos de imágenes o fotografías fijas o en movimiento. 

Diríamos que de forma directa o con móviles u ordenadores, nos comunicamos con palabras, con imágenes y con sonidos o música, o combinaciones de todos esos medios. Es decir, el mundo ha cambiado, diríamos que se ha producido una nueva revolución Gutemberg, y ésta ha sido los dispositivos de envío y recepción de información, tanto de palabras, tanto de escritura, tanto de imágenes. El mundo ha cambiado y no somos conscientes de ello.

Los fondos fotográficos del pasado, de estos dos últimos siglos, ahora tienen otras finalidades, no solo sirven para el estudio y análisis de diversos parámetros sociales, culturales, religiosos, económicos, políticos, artísticos, etc., sino que imágenes del pasado, fotografías del pasado sirven para la decoración de lugares públicos, pero también para enviar esas imágenes a personas de otros lugares del planeta. Es decir, las imágenes del pasado, no están muertas, si estas se conservan, se digitalizan y por tanto, entran en el mar enorme de Internet, pueden ser, no solo vistas, analizadas, estudiadas, sino difundidas como realidades del momento presente, se pueden enviar, dos fotografías del mismo tema, la misma plaza hace cien años, y la plaza hace cincuenta años y la plaza ahora en estos momentos…

El cerebro humano está conformado especialmente para la imagen, la imagen en sentido estricto, la imagen que las palabras nos expresan, la imagen que los conceptos-ideas nos enuncian. Diríamos que desde Chauvet, Altamira, Lascaux, pasando por milenios de producción de imágenes, imágenes en todos los géneros, temas, contextos, artilugios, técnicas, etc., el ser humano es un ser hambriento de imágenes, un creador de imágenes, una metáfora lingüística, en el fondo es un tipo de imagen, es construir una imagen mental en un sujeto receptor con palabras… Cambia la tecnología, sea dibujo o sea pintura o sea fotografía o sea grabado o sea cine o televisión  o sea videojuego, pero siempre la «imagen», la captación de imágenes, la invención de imágenes… Podríamos definir, al ser humano como el ser de la imagen.

La inmensa mayoría de personas no entendemos o comprendemos las docenas de miles de palabras que la RAE tiene fijadas y formuladas y enunciadas, pero casi todos los seres humanos, entendemos y comprendemos en mayor o menor grado, las imágenes o imágenes fotográficas. Es decir, una imagen, no digo que exprese más que mil palabras, porque mil palabras en el fondo son imágenes de otro modo y de otra manera. Son inducciones y deducciones de imágenes. Al final, al captar una imagen de una fotografía, el sujeto receptor reinterpreta y reconstruye esos trazos en forma de ideas-palabras-conceptos. Y, cuando escuchamos una frase de palabras, el sujeto receptor reconstruye en su mente, esas palabras en conceptos imágenes…

Una abuela en su rincón está esperando que su nuera le envíe la foto de su nietecito. Recibe esa fotografía familiar y de aficionado, o en forma de pequeño video, y la abuela se le abre la sonrisa de la carne-corazón-mente. Es la alegría para esa criatura humana, que está ya en el declive de la existencia, que quizás, ya el abuelo falleció hace unos años, y que entre las paredes de su vivienda, tiene más recuerdos que futuros. Esa imagen en tiempos de epidemia vírica y, quizás también sociopolítica, sin saber muy bien lo que sucederá en multitud de parámetros de la existencia. Esa imagen es la alegría de ese ser humano, extensible a millones o cientos de millones, que están esperando cada día la fotografía de sus seres queridos

Este es el fin de la imagen y de la fotografía, este es el gran signo-prodigio de algo tan modesto como una fotografía. De ahí, la enorme importancia de este Fondo o Colección de la UMA, es volver a la vida, imágenes del pasado, alegrías y tristezas del pasado. Después vendrán los sociólogos e historiadores y antropólogos y deducirán e inducirán lecciones del pasado hacia el presente, reinterpretaciones del mundo. 

Pero como dirían los viejos griegos, no vale ninguna filosofía que no intente curar algún mal humano. ¿Me pregunto, se tendrán que empezar a conservar fotografías, que ahora pululan por Internet, no solo privadas, sino familiares, de recogida de datos de la realidad social y humana, de una ciudad, por ejemplo, de Málaga, fotografías que están dispersas en redes sociales o en blogs?

 http://soliloquios.blogia.com               © jmm caminero (21-24 febrero 2021 cr).

Fin artículo 2.443º: «700.000 imágenes del Archivo Fotográfico de la Universidad de Málaga».