Cuando seamos libres de nuevo

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 15 segundos

¿Desde donde acecha el virus que nos tiene tan hambrientos?
Hambrientos de libertad, de risa, abrazos y cuentos
Ya no hay luces en los días ni en muchas casa sustento
vamos a tientas viviendo y a duras penas saliendo,
mientras él agazapado nos somete y al acecho.

Vivimos tras la mordaza que hizo de tu boca un cerco
y ya sin poder besarnos, ni abrazarnos, ni movernos
Somos presos de su sombra, sin libertad, sin consuelo
sin soñar con un futuro que nos devuelva el aliento.

Maldito virus que hiciste que el miedo atrape los cuerpos
que mis hijos no disfruten de libertad ni de juegos
ni de canciones al aire ni de sonrisas al viento.

Nos quitaste libertad, aquella que hoy no tenemos
y valoramos tan grande, mucho más que en otro tiempo.
Esclavos de tu peligro, tan precavidos y atentos
olvidamos los abrazos para proteger el miedo
y ya vamos por la vida como autómatas sedientos
de aquellas caricias suaves que eran más que el alimento

Nos estás haciendo astutos, temerosos, tan sin sueños
que pintamos mascarillas con risas que no tenemos.
Una amenaza invisible que aniquila el movimiento
y que cada día consigue destruir el pensamiento.

Veo tristeza en las calles, no hay apenas sentimientos
no hay amor, ni luz, ni ruido… solamente sufrimiento.
La gente pierde el trabajo, no hay palabras ni consuelo
cuando los sueños de tantos quedan rotos por el suelo.
Cuando hay que ser fuerte y te dicen que ya vendrán otros tiempos
pero de mientras que haces?, las bocas piden sustento
y los gastos no se cubren con esperanza y silencio.

Con los años cuando pase, si ha servido de algo esto
valoraremos la vida con todo el conocimiento.
Sentiremos que se fueron tantos y tantos abuelos
jóvenes, niños, valientes… que lucharon sin vencerlo
Y se tuvieron que ir solos, más que nunca sin consuelo
en la frialdad de una cama y sin recibir ni un beso.
Por eso no hay que olvidar que hubo un virus y hubo un tiempo
en que nuestra humanidad vivió en las sombras y el miedo.

Cuando todo esto pase en cada rincón pondremos
guirnaldas de mascarillas llena de color al viento
para recordar a todos aquellos que no pudieron
Las lanzaremos al aire, abrazándonos contentos
de haber superado tanto, y siendo Libres de nuevo.