«Adagios L de Juan de Portoplano»

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El de Portoplano mirando una pizarra recordaba ideas y conceptos y hechos. De todas las conexiones cerebrales que se producen cuales son más verdaderas y más bondadosas. Ese es el trabajo de cada ser humano. Cuáles de las que se produce en su interior, son necesarias y verdaderas y bondadosas, racionales y adecuadas y ordenadas. Saber lo que es el bien y lo verdadero y seguir el bien y lo verdadero.

– Un individuo equis puede pensar que sus dos familias, la de origen, la de destino han dedicado mucha inversión económica y de tiempo, y él mismo, en su formación cultural. Quizás, ese individuo, esos individuos, tengan el deber y el derecho, de dar algo también a sus  familias y a la sociedad y al Estado. Porque también el Estado directamente ha invertido mucho en cada individuo o persona. Cierto es, que quizás no han ocupado el lugar social y económico según su formación, pero ellos tienen el derecho y, quizás, el deber de revertir o intentar algo, lo más posible, a sus familias, a la sociedad y al Estado, según la legalidad vigente, según la moralidad correcta.

– ¿Por qué a una persona equis, se le cierran todas las puertas, en un determinado campo, sea económico o social o cultural o…, en una entidad territorial equis, si esa persona tiene la formación cualificación suficiente, y lo ha intentado multitud de veces…?

¿Quizás, con la hibridación de datos, que pueden estar en multitud de documentos, que se pueden escanear en el futuro, que están en Internet, se podrá saber o conocer, que es lo que ha sucedido?

¿También aplicado a un colectivo ideológico o de alguna característica…?

¿Por qué una persona que lleva cuarenta años, realizando una actividad equis, sea cultural, pongamos el ejemplo, en cualquier saber cultural, nunca se le menciona o casi nunca, en directorios, diccionarios, archivos, exposiciones sobre esa materia, en su provincia, región, localidad, etc.? ¡Es decir, no existe, es invisible… o, casi, incluso admitiendo que su trabajo es mediocre, pero si se citan, a docenas o cientos, que su trabajo, es tan mediocre o más que el de esa persona…?

¡¿No es cuestión, no es un problema de orgullo, vanidad, soberbia, sino de eficiencia en el saber, de eficiencia racional del saber, y de que las personas ocupen su lugar, de eficiencia y racionalidad en los recursos humanos, y eso produce, felicidad y trabajo y riqueza, riqueza en todos los sentidos…!? ¡¿Aunque sea justicia y equidad, cuándo ya los huesos de esas personas, sean solo polvo…!?

¡¿Por qué y para qué, se le han cerrado puertas a determinadas personas o colectivos, en determinados ámbitos, en determinados  momentos y épocas, no ya en el siglos pasados, sino del presente, del último siglo, no ya solo por razones políticas, sino por otras razones, incluso irracionales, o personales, o de inquina o de rencor o de maledicencia…!?

¡¿Porque se quemaron toda la documentación de la shoah u holocausto se dice en el siglo veinte, también todo o casi todo de los miles de campos de trabajo, de concentración, de exterminio de Eurasia, en distintos países y sociedades y Estado, pero no se puede tapar y esconder todo, por ejemplo, no se pudieron olvidar y quemar el movimiento de los trenes en el caso primero, aunque de otros sucesos, todavía están dormidos y, posiblemente, quemados todos los documentos o casi todos…!?

¡Tenemos el foco en determinadas injusticias, sobre determinados temas, pero mientras tanto olvidamos otras, las dejamos que vayan muriendo y desapareciendo, y esto, eso es lo que sucede…! ¡Esa es la gran victoria, de ideologías, grupos, colectivos, individuos, a y en diversidad de temas y en diversidad de ámbitos territoriales, los que tienen el poder, pequeño o grande, en diversos ámbitos, casi siempre ganan la partida del presente, de su presente, pero también del futuro…!

– ¡¿Por qué se pierden, se destruyen, se deterioran tantos documentos, hablados, escritos, fotografiados, archivados, por unas razones o por otras, por dejación, por no darles importancia, porque no se puede conservar todo, por y por mil razones, se indica, que incluso el archivar en teleinformática tiene un enorme coste económico, aunque no sea tanto como en papel…!?

¡Pero al final, la vida de millones de personas, anónimas, quedan clavadas y trituradas por las ruedas de la historia, que esas ruedas, pueden ser otras personas, y también es cierto, que la victima en un tema, es el verdugo en otro, la victima de una o de varias personas, en un tema, suelo ser, también el verdugo de otra o de otras personas en otros temas…!

¡Cómo se suele decir popularmente, si en un pueblo existen cuatro panaderías y los cuatro panaderos, tú no comerás pan, al menos de esas panaderías…!

El de Portoplano, pensaba, ya que era una persona de buena voluntad, aunque no perfecta, que su único delito, siempre había sido intentar observar y analizar y pensar, lo más libremente posible, sin intentar herir o insultar a nadie, con nombre y apellido, sea individuo o colectivo, lo único que podría pensar, que le dejarían en paz, porque al final, no constituía ningún peligro para nadie, y era, en definitiva, para cualquier sistema, un Pepito Grillo, que les diría cosas, que los demás no se atreverían, pero encima, no iría en contra de ellos, no constituiría ningún peligro, porque no se asociaría con nadie, ningún colectivo, ninguna ideología, ninguna bandera, y sería, tener una persona que les piensa y les analiza, estaría en su nómina, aunque él no lo supiese, les daría ideas, para así tener alguien, que de verdad, diría algo de verdad, sin engaños, aunque se equivocase. Y además, como generaba tantos datos, no era peligro para nada, ni para nadie… Eso es lo que pensaba el de Portoplano, pensando en el presente o en el futuro, en las democracias o en las no democracias, en los capitalismos o en los no-capitalismos… ¡Paz y bien…!

http://twitter.com/jmmcaminero        © jmm caminero (06 dic. 2019-23 septiembre 2020 cr).

Fin artículo 2.264º: «Adagios L de Juan de Portoplano».