‘Andalucía Respira’ realiza un ensayo de simulación a 5.000 metros en una cámara hipobárica del Ejército del Aire para constatar su eficacia a gran altura

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El equipo trabaja en mejoras centradas en el correcto uso del respirador por parte de los profesionales sanitarios en los países con los que se ha llegado a acuerdos recientemente

(Prensa Junta Andalucía) ‘Andalucía Respira’ ha participado en una simulación del respirador en condiciones extremas, de más de 5.000 metros de altura en una cámara hipobárica del Ejército del Aire, en Madrid, con el fin de analizar la posibilidad de realizar ajustes en escenarios de gran altitud para constatar su eficacia en caso de necesitar calibrar los parámetros de oxígeno durante la asistencia sanitaria.

El equipo de profesionales del respirador ‘Andalucía Respira’ trabaja en la actualidad en diferentes vías para adaptar el dispositivo a los distintos sistemas sanitarios tras los acuerdos cerrados con Ecuador y los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

El ensayo, realizado el pasado mes de julio, se ha llevado a cabo en la Cámara Hipobárica ‘Falcon’, perteneciente al Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial del Ejército del Aire. Tras la demanda de numerosos países que tienen distinta altitud a nivel del mar, el equipo se desplazó hasta estas instalaciones para realizar una simulación de uso del ‘Andalucía Respira’ a gran altura debido a la influencia directa en los niveles de presión y oxígeno.

El cirujano cardiovascular del Hospital Regional Universitario de Málaga, Ignacio Díaz de Tuesta, fue el encargado de desplazarse hasta Madrid para realizar el ensayo.

“La seguridad del respirador es una de nuestras prioridades innegociables. Lo habíamos probado exhaustivamente en ensayos mecánicos, animales y pruebas en humanos, pero siempre a menos de 1000 metros de altura, que es donde están nuestros hospitales”, ha asegurado Díaz de Tuesta.

Además, el cirujano cardiovascular ha destacado que “su uso en capitales Andinas, situadas a altitudes de hasta 4.000 metros, nos planteó un escenario diferente porque el dispositivo es muy dependiente de sensores de presión, y queríamos confirmar que todo funcionase correctamente incluso sin calibrarlo bien en destino o sin un mantenimiento exhaustivo”.

Por otro lado, Díaz de Tuesta ha destacado su agradecimiento al Ejército del Aire por la disponibilidad para esta prueba. “Gracias a la extraordinaria colaboración desinteresada de nuestro ejército, pudimos establecer en un tiempo récord un experimento en las condiciones de altitud de esas ciudades”, ha asegurado.

Además, ha concluido destacando que “una vez más el respirador nos dio una alegría con un funcionamiento perfecto a altitudes muy superiores a la de cualquier hospital del planeta”.