«En Dalías, Museo de José María Rubio»

José María Rubio - Wikipedia

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José María Rubio y Peralta, Dalías, Almería, 1864, Aranjuez, Madrid 1929 ha merecido por parte de su pueblo hacerle un pequeño museo, quizás, debamos recorrer aunque sea en forma de artículos, por esos pequeños museos que están en la Piel de Toro.

Este pequeño museo, es y puede ser un reflejo, diríamos de la riqueza conceptual y existencial y vivencial de un pueblo, en este caso, de una persona, que era jesuita, y que ha sido canonizada oficialmente por el catolicismo. Que vivió gran parte de su existencia en Madrid, y en la villa de corte y reino, de letras y negocios, realizó su función de su vocación y profesión, el sacerdocio. Si quiere usted conocer la historia de un periodo de tiempo, le aconsejo lea biografías y memorias o autobiografías, no solo de los grandes personajes de ese tiempo, sino de personas de menor relieve, por ejemplo, en este caso, para canonizar, beatificar, hacer venerable a esta persona, los tres pasos de superior a inferior, se tiene que realizar un estudio muy profundo de su vida, virtudes, actos, escritos. Y, al realizar esa función surgen multitud de datos de esta persona. Y, de entrada la realidad social de ese tiempo o ciudad. Lean buenas biografías de santos y santas, aunque sean ustedes ateos o agnósticos, y entenderán y comprenderán multitud de aspectos del ambiente real de esa sociedad. Cosas que los grandes libros ignoran, pero que es la microhistoria de ese tiempo, de ese personaje…

En este modesto museo, si mi información es exacta, doscientos cincuenta metros, se puede percibir los afanes de un ser humano, quizás en este caso por aspirar a mayor grado de moralidad y de espiritualidad, por su deseo de unirse a Dios, y de paso, ayudar a multitud de seres humanos, pero también, directa e indirectamente, la realidad social, de aquella época, del pueblo dónde nació y empezó a respirar aire, del pueblo grande de su destino, donde por barrios y vericuetos geográficos y del alma-cuerpo humano, intentó paliar, en lo que pudo, algo del sufrimiento del ser humano.

En tiempos de tanto agnosticismo, escepticismo religioso y espiritual, ateísmo y, otras modalidades de alejamiento de lo religioso, en el caso de nuestra sociedad y cultura, de tanto alejamiento del cristianismo, que ha sido y es, en gran parte, todavía el humus de esta sociedad, no olvidemos, que muchos no quieren recordar, que los visigodos, sin entrar en el problema del arrianismo, ya eran cristianos, ya se hicieron católicos, y sin obviar y olvidar, que el cristianismo, aunque a muchos no guste, tradiciones antiquísimas, se cree, que ya hubo comunidades, quizás mínimas, en el siglo primero, al final, del siglo primero.

No debemos obviar y olvidar, que Europa es esencialmente, su cultura y su civilización cristiana, los grandes parámetros y conceptos e ideas, que son como la sal y el azúcar, están dentro del mar de cada individuo, institución, entidad es cristiana. Por no ir más lejos, los Derechos Humanos de 1948, no se habrían establecido, tal como están, si no fuese por ese humus-tierra-aire-espíritu que el cristianismo ha ido adornando por dentro y por fuera, no solo en conceptos e ideas, sino en prácticas. No todo lo que hay en Occidente es cristianismo, pero si mucho. El concepto de la libertad, dignidad de la persona, de la autoconciencia y conciencia humana, el de bondad, el de alma, etc., son los pilares esenciales que constituyen Europa y Occidente.

Si olvidamos esto, sin darnos cuenta, estaremos cortando, no solo la hierba de debajo de nuestros pies, sino los fundamentos y pilares, que constituyen todo el entramado de lo que somos, muchos de los que se oponen al cristianismo, o a Dios, lo hacen, porque van en contra del concepto de Dios cristiano, del monoteísmo cristiano, pero en definitiva, lo pueden hacer, porque el cristianismo les permite, esa oposición, por aquello de la libertad y de la libertad de conciencia, etc.

No debemos olvidar, que otras civilizaciones y culturas que están basadas en otros paradigmas religiosos, plantean otros pilares, diversos de su esencialidad, por ejemplo, en el mismo tema de los Derechos Humanos, plantean otros derechos humanos, no todo diferentes, pero si muchos diversos, con un entronque o planteamiento diverso en su desarrollo.

Tanto que se ha recorrido las playas de la Península, especialmente, en verano, quizás los de dentro y los de fuera, en tantos viajes, quizás deberían visitar este pequeño museo, y analizar la realidad humana, desde diversidad de puntos de vista, sea psicológico, antropológico, social, cultural, económico, político, histórico, etc., porque eso podría darles una visión más completa de ellos mismos, sean personas nacidas en estos territorios de la península, sean nacidas fuera de aquí. Quizás, al comprender y entender o intentar hacerlo, estos pequeños museos, sean una forma de comprenderse mejor a si mismo, comprender mejor algo del pasado, y quizás algo del presente, y por tanto, proyectar mejor el posible futuro…

Quizás, de paso también leer alguna página, dos o tres o cinco o diez, de esta persona, que algo sabría, creo que mucho sobre la experiencia humana, quizás, reflexionar y meditar alguna biografía de esta persona y personaje, quizás, también de ese modo, percibir algo de esa España, que llaman profunda, que es raíz de la España no profunda, y quizás, uno mirarse en el espejo de otro y de otros, de este ser excepcional, en lo moral y espiritual, y quizás, entender y comprender, que halla que hacerse la pregunta de la posibilidad de la existencia de Dios. ¡Ahí dejo el guante…!

https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ  © jmm caminero (12-15 julio 2020 cr).

Fin artículo 2.178º: «En Dalías, Museo de José María Rubio».