La Junta liberó 10 tortugas marinas en 2019  tras su recuperación física

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Soltados dos ejemplares en la playa gaditana de Torrecarbonera que se encontraron varadas en las costas de Granada y Málaga

(Prensa Junta Andalucía) Las tortugas marinas se han convertido en todo un símbolo en el objetivo colectivo de proteger la biodiversidad de los mares y las costas de todo el mundo. Las imágenes de estos animales amenazados por los plásticos y la basura marina son frecuentes en redes sociales y en campañas para sensibilizarnos sobre lo vulnerable que es nuestro planeta y la necesidad de cuidar nuestro patrimonio natural.

A lo largo del año pasado, en Andalucía se han devuelto al mar 10 ejemplares de tortugas marinas. Hace solo unos días fueron liberadas dos tortugas bobas (Caretta caretta) jóvenes en la playa gaditana de Torrecarbonera, en el término municipal de San Roque, tras su recuperación en el Centro de Gestión del Medio Marino (Cegma) del Estrecho ubicado en Algeciras, que gestiona la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya).

Uno de los ejemplares de esta especie fue hallado varado en la costa de Calahonda (Granada) y otro en la costa de Vélez-Málaga, tras la llamada de unos  vecinos al teléfono de emergencias 112. Tras sendas llamadas de alerta, en septiembre del año pasado se activó todo un protocolo de actuación para su traslado y cuidado en las instalaciones del Estrecho, que ha culminado ahora con la liberación de estas tortugas en Torrecarbonera.

La tortuga boba procedente de la costa granadina ingresó con 26,8 centímetros de longitud de caparazón y apenas 1,3 kilos. En primer lugar fue llevada al acuario de Almuñécar y posteriormente trasladada al Cegma del Estrecho. Al igual que la encontrada en Vélez-Málaga, que apareció con un peso de 1,65 kilos y una longitud de caparazón de 38 centímetros, presentaba una condición corporal delgada y una elevada colonización de unos organismos que se llaman epibiontes. Ambas tenían dificultades para sumergirse con normalidad.

Tras introducirlas en un tanque con agua dulce para ayudar a la retirada de la carga parasitaria externa, se instauró un tratamiento de fluidoterapia y se les aplicó una terapia antibiótica con cuidados adicionales durante meses.

Después de realizar las pruebas oportunas y la inserción de un microchip subcutáneo para facilitar su seguimiento, ambos ejemplares de tortuga boba han sido devueltas al mar con un peso que ronda los 3,4 kilos, en perfectas condiciones y una autonomía adecuada para su regreso al medio marino.

75 varamientos de tortugas

De los más de 3.000 varamientos registrados en el litoral andaluz, desde 2008, el 45% ha correspondido a tortugas marinas. El año pasado se contabilizaron un total de 75 varamientos de estos reptiles y el 91% ha correspondido a la tortuga boba, la especie más frecuente en la costa andaluza.

En 2019 han ingresado en centros de recuperación un total de 18 tortugas marinas varadas vivas a lo largo de la costa andaluza. El éxito es del 75% y la distribución a nivel provincial sitúa a Málaga con el mayor número de varamientos vivos de esta especie, seguida de Cádiz y Almería.

Concretamente, en las instalaciones del Cegma del Estrecho en Algeciras atendieron el año pasado ocho tortugas, de las que se recuperaron y liberaron con éxito cinco. Una de las tortugas sigue aún en recuperación y se estima que pueda liberarse este verano. Dos, finalmente, murieron debido al estado crítico que presentaban.

El 69% de los ingresos que se registran en estas instalaciones corresponde a causas de origen natural, como la colonización masiva por epibiontes, enfermedades infecciosas o debilidad. También llama la atención los ingresos por motivos ligados a la basura marina, entre otros.