Los que separan los que bloquean y los que roban.Tres formas de romper España

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(Román Serra) Están los que quieren romper a España dividiendo a los territorios y están los que quieren romper España bloqueándola desde sus instituciones. Ahí encontramos a varios partidos políticos. Por un lado, encontramos a PDCAT, Esquerra, CUP que llevan desde sus inicios usando al país donde ellos también nacieron, como moneda de cambio ante sus absurdas proposiciones y sus visiones suicidas de independencia. Son como el niño mimado que se quieren independizar de sus padres para seguir viviendo de ellos. Se independizan de sus padres, pero cuando cagan sobre su suelo quieren que sus padres le regalen paquetes de rollos de papel higiénico para limpiar el excremento que han soltado. Así actúan los independentistas.

¡España nos roba! Que bonito quedaría si dijeran algún día: ¡Pujol nos roba! Un individuo que gracias a PP y PSOE ha campado a sus anchas y debe a la Hacienda de los tontos miles y miles de euros, por no hablar de la presunta caja B de CIU, ahora desintegrada integradamente en PDCAT.

Por otro lado, encontramos a los partidos que quieren romper España desde el bloqueo continuo a las instituciones y enfrentando a sus territorios, VOX, PP y los restos de Ciudadanos donde hurga Rata Díez, una rata política especialista en alimentarse de la carroña que ella mismo dejó cuando los españoles le dijeron en las urnas que no se fiaban de ella.

Las ratas son las primeras en abandonar el barco cuando este se hunde o cuando pierden el control del timón y solo vuelven, cuando este se encuentra bajo las aguas para hurgar entre los escombros. Rosa Díez es una de ellas, pero ha estado exprimiendo la naranja mientras ha podido viviendo de lo público y sin trabajar fuera de la política, hasta que la política la dejó en la cuneta y es cuando comenzó a hurgar entre vertederos.

En el caso del PP suena llamativo su discurso en contra del Partido Nacionalista Vasco, después de que hace apenas dos años, pactaran con los nacionalistas del PNV los presupuestos que aún a día de hoy siguen prorrogados y van tirando a remolque de un Gobierno en funciones que sigue a expensas de una investidura para que haya un gobierno que funcione.

El PP es ese partido que ha sacado investiduras adelante gracias a los que hoy critica, que ha sacado presupuestos gracias a los que quieren separarse de España y que firmó el Pacto del Majestic para seguir mimando al niño Pujol y su gran mafia, que es lo mismo que decir su gran familia. Sin olvidar sus pactos y brindis navideños con los “filoetarras” de Bildu en El País Vasco.

Y por último, en el caso de Vox no merece la pena ni prestarles atención. Siguen culpabilizando a la sociedad de los problemas originados por los políticos donde ellos también fueron cómplices y siguen trasnochados en la España de Granada mientras los españoles necesitamos un proyecto de futuro.

Partidos que al fin y al cabo desde una u otra posición, rompen la convivencia de la sociedad, enfrentan a los territorios y golpean los pilares básicos de nuestra Democracia. Partidos que parten el país en trozos, unos separando, otros bloqueando y llevándonos a un bucle de repetición electoral y otros, robándole a sus compatriotas.

Dicho de otra forma, aquellos que ahora gritan por los vertederos que España se rompe, son los que llevan años rompiéndola, saqueándola y robándola. Generaciones que van pasando y dejando la huella que siempre existió en España desde sus orígenes como Reino: la huella de la autodestrucción, la pillería latina y la corrupción.

Sabemos que hay dos frentes en nuestro país; los que quieren romper España desde el separatismo y los que quieren romper España desde el bloqueo. Y ahí es donde no debemos permanecer más tiempo.

Un país solo se une desde el diálogo, desde la concordia y respetando la legalidad vigente. Todo lo demás es populismo barato, pero estos son los partidos que tenemos y los políticos de uno u otro espectro que los españoles hemos votado libremente. Hay un escenario roto, pero demasiados payasos queriendo pisarlo ante un público aburrido.

¡Feliz Año 2020!