Ludwig Feuerbach: “Somos lo que comemos”

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(Juan Luis Cervera) En su momento, Rochefoucauld pronunció que “comer es una necesidad, pero comer de forma inteligente es un arte”. Hoy en día nos encontramos ante una sociedad engañada en lo que a nuestra alimentación se refiere. En su libro Come comida real, el onubense y nutricionista Carlos Ríos destaca la importancia de diferenciar entre alimentos de origen natural y ultraprocesados.

Dicho autor establece un símil entre Mátrix y la llamada “sociedad moderna”. Esta comparación metafórica viene a indicar que no comemos comida real, sino productos que han colocado ante nosotros.

El movimiento Realfoodingnace con la finalidad de conocer el tratamiento que los productos han sufrido antes de ser ingeridos. Vivimos en el mundo que han puesto ante nuestros ojos, por lo que salir de Mátrix repercutirá en una mejora de nuestra salud.

Siguiendo esta línea se podría estipular que la comida real es aquella que nuestro organismo tiene bien asimilada y a la que nos hemos adaptado con el transcurso del tiempo, pues procede directamente de la naturaleza y no ha sufrido ninguna modificación.

Forman parte de este grupo las verduras, las hortalizas, las frutas, los frutos secos, las las legumbres, el marisco fresco, los tubérculos, los cereales de grano entero, los huevos, la carne sin procesar, la leche fresca, las hierbas, las especias, las semillas, el café, etcétera.

Por su lado, existen otras dos categorías a las que se acogen los alimentos: los buenos procesados y los ultraprocesados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles (ENT) como la diabetes, el colesterol o la cardiopatía causan el 71% de las muertes en la actualidad.

El primer grupo engloba a alimentos reales con un procesamiento inocuo y cuyo fin es el de hacerlos más duraderos: aceite de oliva virgen extra, lácteos fermentados como el queso o el yogurt, gazpacho envasado, legumbres de bote, pescado enlatado, verduras congeladas, etcétera.

El segundo grupo se define como preparaciones sintéticas comestibles derivadas de otros alimentos. Los ultraprocesados suelen ser densos en calorías y pobres en nutrientes y vitaminas y su adquisición es fácil, rápida y barata. Estos productos vienen a ser lo que conocemos como “comida basura”.

A este grupo pertenecen los refrescos, la bollería, las galletas, las pizzas prefabricadas, las chucherías, los zumos envasados, los paquetes de embutido lighty todo lo que contenga aceites y harina refinada y azúcares añadidos. Como bien dijo Larry McCleary, “el 80% de la comida de los estantes de los supermercados de la actualidad no existía hace 80 años”.

En su métodoFuertafit, Sergio Peinado desmiente una serie de mitos. Muchos sabemos que el huevo es una fuente de colesterol, pero éste no implica un aumento sanguíneo del mismo; es más, podría disminuir el nivel de colesterol LDL (perjudicial) en sangre al aumentar el colesterol HDL (saludable).

La fruta es un elemento indispensable en toda dieta. Muchas personas evitan su ingesta tras alegar una supuesta absorción de azúcares elevada. La realidad es que toda pieza de fruta contiene más o menos cantidad de azúcar simple, es decir, aquella que se halla en el interior de su matriz alimentaria, pero nunca supone un riesgo adicional debido a que ésta es más fácil de digerir y aporta una mayor energía nutritiva.

Son varias las ocasiones en que hemos escuchado hablar sobre dieta equilibrada. Teniendo en cuenta las calorías totales, ésta supone que el total de alimentos ingeridos en un día se deben corresponder con una proporción del 55-60% de hidratos de carbono, 20-30% de grasa y 10-15% de proteínas.

Por tanto, un plato sano y equilibrado ha de estar compuesto por ½ de verduras y hortalizas; ¼ de proteínas de origen animal y/o vegetal y otro ¼ de hidratos de carbono. Por ello, es de vital importancia conocer qué nutrientes nos aporta cada alimento.

Método del plato. Fuertafit, Sergio Peinado

De acuerdo con un estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición, comermás de cuatro veces al día en comidas estructuradas y prolongadas ayuda a disminuir el nivel de grasa corporal.

De este modo, cabe señalar que la pérdida de peso pasa por ajustar una dieta a nuestras necesidades nutricionales, es decir; establecer qué alimentos nos van a aportar los macronutrientes que nuestro metabolismo necesita asimilar para reponer las calorías consumidas.

Nuestro metabolismo digestivo se activa con cada ingesta nutritiva. Por tanto, llevar a cabo tres comidas al día disminuirá el índice metabólico y la capacidad de procesamiento, lo que supone un mayor esfuerzo a la hora de perder peso.

Una vez más, la frecuencia alimentaria de cada persona dependerá de su metabolismo. Atendiendo a la mítica frase “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo” de Adelle Davis, éstas son las recomendaciones para cada alimento que hace el preparador personal Sergio Peinado:

Frecuencia alimentaria, Fuertafitde Sergio Peinado