Torremolinos recupera como bien público el Molino de la Bóveda a coste cero gracias a un acuerdo con los propietarios de la parcela

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El alcalde ha adelantado que ya hay con un proyecto hotelero para esos terrenos

El ficus centenario tendrá una especial protección y se integrará en una amplia plaza-mirador pública

El alcalde de Torremolinos, José Ortiz, ha firmado esta mañana con los propietarios de la parcela del Molino de la Bóveda -la entidad mercantil Promociones Valdechoque S.L.- la cesión de este inmueble de valor histórico sin ningún coste para el Ayuntamiento, ya que el único compromiso que adquiere el consistorio es la tramitación del Estudio de Detalle para la ordenación urbanística de la zona de suelo urbano, en la que ya hay un proyecto de hotel, según ha adelantado el alcalde.

El primer edil ha celebrado «la recuperación de patrimonio histórico tan importante que supone una seña de identidad de la ciudad y especialmente que sea a coste cero para las arcas municipales. Esto se consigue con diálogo, consenso y proyectos de ciudad que resultan atractivos para la inversión privada. Estamos muy agradecidos de tener esta oportunidad de recuperar nuestros orígenes. Siempre hemos apostado por rescatar nuestra historia y los molinos hablan del pasado de nuestra ciudad. Es increíble que hasta ahora no se hubieran puesto en valor. El Molino de la Bóveda se podrá visitar como elemento destacado de nuestra identidad y, sin duda, también será un importante atractivo turístico». Respecto al proyecto hotelero avanzado por el alcalde, en unos días se darán a conocer todos los detalles de la empresa que se encargará de su gestión. El movimiento de tierra comenzará de forma inminente y las obras para la construcción del hotel durarán tres años.

Por su parte, José Miguel Martín Sutil, administrador de la propiedad, ha comentado «han querido aunar intereses, por un lado, poner en valor la parcela y, al mismo tiempo, conservar los intereses de la ciudad, en un modelo de urbanismo que no puede ser depredador. El proyecto prevé una inversión en torno a 40 millones de euros. Torremolinos va a tener un hotel fantástico con vistas a la playa pero también accesible a la ciudad. La creación de empleo estable directo no va a bajar de 80 personas. Estamos trabajando con las principales cadenas hoteleras, que tiene que tener la mejor calidad y por eso estamos valorando el promotor de la cadena que tiene que ser de primer orden».

El arquitecto responsable del proyecto, Jesús del Moral, ha explicado que el hotel tendrá en torno a 210 habitaciones. «Los empresarios entendieron que sólo recuperando el entorno urbano y dando valor a la historia de la parcela podrían recuperar el valor de un edificio característico. El principal atractivo del edifico es que libera toda una planta baja y genera una gran plaza y un entorno urbano que reconoce todos los elementos que hay en el entorno, como el ficus y los molinos, a la vez que conecta con la playa y con el centro histórico».

La concejala de Urbanismo, Maribel Tocón, ha aclarado que este convenio urbanístico irá al pleno de marzo para su ratificación. «Desde el principio de la legislatura este equipo de gobierno ha trabajado en la recuperación del patrimonio y en reforzar nuestra identidad. El Molino de la Bóveda era un espacio singular y emblemático y han sido muchos los intentos del Ayuntamiento para adquirirlo, pero ha sido inviable recuperarlo con fondos propios. Celebramos esta cesión gratuita de la zona de los molinos, con el edificio rehabilitado para estabilizarlo y sin coste alguno para este Ayuntamiento. El molino siempre ha estado ahí pero no lo veíamos. Ahora podemos decir que el Molino, además, es nuestro», ha resaltado la edil.

Protección del ficus centenario

Se trata de una actuación en dos parcelas privadas con una superficie bruta de 3.490,44 metros cuadrados situadas en el núcleo histórico de Torremolinos, concretamente, en el entorno del cementerio (calle Santos Arcángel, Callejón de Morales, Camino de la Plaza y Molino de la Bóveda) que supondrá la recuperación para la ciudad del Molino de la Bóveda, pero también de los restos arqueólogicos de molinos preexistentes, algunos elementos naturales como el ficus centenario (que mantendrá una espacial protección y se integrará en una amplia plaza pública) y el tajo natural de travertino. Además, se establecerán pasos peatonales que mejorarán conexiones viarias y se van a crear dos plazas (la plaza del Molino y la del Ficus), compatibles con la construcción del hotel. Estas cesiones se realizarán como equipamientos públicos, libre de cargas para el Ayuntamiento.

Según este convenio, la propiedad cede voluntariamente al Ayuntamiento el Molino de la Bóveda tras realizar los trabajos de rehabilitación, consolidación y las obras precisas para satisfacer los requisitos básicos de edificación, de forma que obtenga las condiciones aceptables de salubridad y estanqueidad del interior del edificio. Estos trabajos de mejora del inmueble se ampliarán una vez que se defina desde la administración local el uso que se va a dar al Molino de la Bóveda.

Gran plaza-mirador 

Este proyecto prevé la creación de conexiones peatonales para enriquecer, complementar y ampliar el tejido viario peatonal de Torremolinos. Y se hace generando espacios públicos de calidad, mediante la creación de una mejor conexión del centro histórico con la playa. Así, la Plaza del Ficus (que linda con calle Santos Arcángeles) se convertirá en una gran plaza-mirador de 2.000 metros cuadrados, que tendrá vistas tanto hacia el mar como al entorno arqueológico del Molino de la Bóveda. La parte baja del edificio hotelero será peatonal y estará integrada en esta plaza del Ficus. Los bajos del edificio serán de cristal para permitir mayor visibilidad del mar desde el espacio peatonal bajo el ficus.

También se creará una nueva plaza que se denominará Plaza del Molino (de 1.000 metros cuadrados), que conectará peatonalmente la Plaza del Ficus, la Cuesta del Tajo, el Camino de la Playa y la calle Sierra de Cazorla. De este modo, se busca prolongar las zonas peatonales de la ciudad hacia La Nogalera, incorporándola a la transformación del centro urbano. Desde la parte peatonal bajo el edificio hacia la izquierda se accederá al molino y hacia la derecha conecta con el Camino de la Playa y los ascensores que bajen a la playa.

También está prevista la cesión al consistorio de la ladera de travertino, donde se realizarán trabajos de recuperación que integren el desnivel natural con un estudio de paisaje. Es previsible que durante el movimiento de tierras que supondrán todos estos trabajos, aparezcan nuevos restos arqueológicos, que la propiedad cederá igualmente al Ayuntamiento de Torremolinos, según recoge este convenio.

Molino de la Bóveda

El actual equipo de gobierno ha trabajado para por poner en valor el núcleo histórico de Torremolinos en torno a la cultura del agua y su patrimonio arquitectónico. La industria harinera fue el motor industrial de Torremolinos desde la baja Edad Media hasta finales del siglo XIX. Esta industria y su infraestructura determinaron el desarrollo urbanísticos del municipio con distintas construcciones que se fueron realizando alrededor del cauce que partía de los manantiales donde se ubicaban los Molinos de Inca, Cea y Batán y que llegaba hasta la misma playa, por calle Peligro. A lo largo del recorrido se instalaron numerosos molinos, algunos de los que permanecieron varios siglos en uso.
El Molino de la Bóveda es un inmueble del siglo XV-XVIII que ha ido sufriendo distintas intervenciones para adaptarlo a los diferentes usos a los que fue destinado a lo largo del tiempo: molino, vivienda, restaurante… No obstante, estas intervenciones no han transformado sustancialmente el concepto de casa-taller habitual en este tipo de estructura vernácula, aunque parte de la distribución interior y algunas soluciones constructivas hayan sido parcialmente modificadas.
Esta finca histórica forma parte de un conjunto de molinos que se conocían en la zona desde finales del siglo XV. El edificio está articulado en torno a dos naves que siguen un esquema en forma de L y que consta cada una de ellas de dos plantas. La primera de las naves, por la que se accede al inmueble, tiene una orientación norte-sur y la segunda es abovedada y se dispone de forma octogonal. Hay un ajardinado en el que aún se conservan canalizaciones del antiguo molino.