“Creaciones: Museo del Inconsciente de Río de Janeiro”

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 27 segundos

                          El museo del inconsciente o de imágenes del inconsciente de Río de Janeiro consta de 360.000 obras, fue creado en 1952 por la médico psiquiatra Nise de Silveira con trabajos realizados en el antiguo Centro Psiquiátrico Pedro II, hoy denominado Instituto Municipal Interno Nise da Silveira. Podríamos indicar algunas características:

                        – Es un museo que se va renovando con nuevas obras, que se van exponiendo y cambiando de forma rutinaria. Lo cual es un concepto nuevo en la museística mundial. Cosa que de paso se podría, quizás aprovechar para otros museos del mundo.

                        Se considera que con el arte o las artes, especialmente las plásticas en este caso, la persona llega a su mundo interior, por lo cual, es un medio de terapia para toda persona, sea con algún trastorno psicológico o sin él.

                        – Entre los autores de este museo está Arthur Bispo de Rosario, que al principio su actividad artística plástica tuvo un fin terapéutico, posteriormente ha sido considerado como obras de arte, en sentido estricto. De este autor se conservan 842 obras. Otros autores, entre los cientos existentes, serían Arthur Amora, Carlos Pertuis, Raphael Domingues, etc.

                        Debemos tener en cuenta que el arte del siglo veinte ha estado muy inspirado por el concepto de Dadá, Arte Otro, Arte de los niños, ante naif, arte surrealista, arte del inconsciente, arte marginal, etc. Y todos estos tipos de tendencias artísticas y estéticas han entrado en los museos de arte contemporáneo, por ejemplo, citemos a Dubuffet.

                        No deberíamos obviar, ni olvidar que en la primera parte del siglo veinte, en algunas zonas de Europa, se hicieron exposiciones itinerantes, de lo que se denominó el arte degenerado, poniendo a la misma altura, el arte realizado por personas enfermas con obras de Cezanne, Picasso, Klee, Van Gogh, etc.

                        – Estas obras, independientemente de las personas que las hayan hecho, son en su inmensa mayoría verdaderas obras de arte, de un alto nivel estético y cognoscitivo. Recordar una obviedad que no todas las obras de arte realizadas por personas sanas tienen un alto nivel estético y conceptual. Ni todas las obras realizadas por personas con diversos trastornos psicológicos graves, pero muchas de esas obras si lo tienen.

                        Hay que analizar cada obra, cada autor, incluso cada época de cada autor, igual que en cualquier autor plástico del mundo. Porque cada obra, está mostrando no solo un mundo interior de cada persona, y de cada persona en una situación, en un conjunto de existenciarios, como diría Heidegger, sino que cada obra, además de servir como metodología de acceso al inconsciente por los facultativos y especialistas y médicos, es además, también un reflejo del interior de ese ser humano, y por tanto, está o puede estarlo llena de conocimiento, conceptos, percepciones, ideas, belleza, estética.

                        Quizás, vivamos en un mundo que se derrocha muchos talentos, que se derrocha muchas posibilidades. Y una de ellas, es todo el arte, que realizan estas personas que han estado en centros psicológicos y psiquiátricos. Quizás, muchas de estas personas no desean que se expongan sus obras con sus nombres, pero posiblemente, no les importaría se expusiesen sus obras, sean plásticas, sean literarias, sean de otras artes, sin su nombre. Y creo que el resto del mundo deberíamos intentar incentivar esta posibilidad, porque estas obras, además, no todas, pero si muchas, tienen un alto nivel estético, cognoscitivo, disponen de un alto nivel de posibilidades de interpretación. Y por consecuencia de autoconocimiento.

                        La finalidad y función del arte, entre otras, es ser un espejo, del que lo hace, del que se mira-percibe en él. Y en esa dialéctica de la imagen-espejo, unos y otros, podemos aprender y aprehender algo, algo profundo de nosotros mismos, algo superficial de nosotros mismos. Y de paso, estimar y valorar y tener conmiseración y piedad de la humanidad. La humanidad, tan grande y tan pequeña, con sus grandes valores y, también, a veces, con sus pobrezas y miserias y limitaciones de todo tipo.

                        – No podemos negar, la posibilidad, la realidad de que una persona pase por graves problemas de conducta psicológica, y al mismo tiempo ser un gran artista. Quizás, también en las próximas décadas se podrían intentar explorar otras posibilidades, algunas de estas personas ser escritores, compositores musicales o interpretadores, o quizás otras actividades estéticas o conceptuales o perceptivas.

                        Pensar en esta posibilidad, ser consciente de esta posibilidad es enormemente importante, porque es la forma y manera de apreciar a las personas de otro modo, y desde luego abrir posibilidades y puertas al conocimiento humano, a la expresión humana.

                        Si admitimos el anterior principio, hoy deberían estar en los grandes museos contemporáneos, obras de todos estos artistas, hoy deberían estar en las grandes galerías de arte del mundo, en las grandes ferias de arte del mundo obras de todos los lugares del mundo. Y estar, con la misma categorización, con la misma aceptación que la del resto de autores.

                        Al final, no nos rasguemos las barbas, cómo se interpretarían algunos grabados y dibujos de Goya, si no fuesen o no supiésemos que están firmados por Goya. Hoy, desde hace siglos quizás, el arte marginal o el Arte Otro, por denominarlo de alguna forma y el arte de las academias tienen muchos más puentes de interrelación de lo que creemos…

                        Para terminar este modesto artículo, quizás los diversos centros psicológicos y psiquiátrico del mundo, de Europa, de la España, de cada región de la Península en sus páginas Web podrían abrir una pestaña con obras de personas que hayan pasado por sus instalaciones, quizás, entre todos se podría realizar un museo virtual del inconsciente, dónde hubiese obras, de personas que hayan estado en esa diversidad de centros, como personas que no lo hayan estado. Y así formar una enorme acumulación de imágenes y de información sobre el arte y el inconsciente, el arte y las terapias, el arte y la belleza. Así también, sirviese de homenaje a todas las personas que han pasado por unas razones o por otras por estos centros terapéuticos…

https://plus.google.com/118354057109613604628   © jmm caminero (31 marzo-04 mayo 2018 cr).

Fin artículo 1.218º: “Creaciones: Museo del Inconsciente de Río de Janeiro”.