La misma película… otra vez

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(Daniel Nuñez) Como quien ve Titanic repetida y ya conoce el final pero tiene la esperanza de que, de repente, sea otro. De que todos sobrevivan y la historia de amor acabe bien. Es la sensación que produce jugar lejos de Alhaurín. Al principio, todo es bonito. Pablo y Claudio se convierten en protagonistas; no porque se enamoren, sino por poner el 0-2 en el marcador. Luego, el mar se revuelve y vienen los tres goles locales. Pero los anuncios no cambian nada. Y, a contracorriente, no solo por el resultado, es más difícil. Sobre todo cuando el portero de El Ejido, desde su campo, a falta de un minuto, introduce los créditos.
 

No pudo empezar mejor. Minuto uno y gol de Pablo, que suma nueve en los últimos siete partidos. Llegar y besar el san… ¡el gol! Placi, que no había venido de paseo a El Ejido, iba a tener que aparecer pronto. Dos intervenciones y a seguir. A quien sí le gusta Almería es a Claudio. Gol en Gádor, gol en Fines… y gol hoy. Aunque quizá se quede con Cabo de Gata. Balón parado, Pablo pisa en corto y el resto ya se lo pueden imaginar. Derechazo para romper la red.

Acoso alhaurino. Y Maki pide tiempo muerto. La defensa amarilla sigue sin dejar pasar una. Bueno, una. Pero ahí está Placi, que estrena capitanía, para evitar el primero tras un saque de esquina. Corre el minuto 14 cuando vuelve a aparecer el meta visitante. Ambos equipos con cinco faltas. Y en el 17:50, Dani cae al suelo. Los colegiados no señalan falta y llega el gol de El Ejido. Tras un córner, en un fallo defensivo, llega el segundo. Y, en un doble penalti, el tercero. Así de rápido. Así de drámatico. Y así, 3-2, nos vamos al descanso.

Pero la segunda parte no iba a ser la mejor. Una ocasión de Mario sin excesivo peligro es de lo más destacado del Victoria Kent. Dominio visitante y contras celestes. Es el resumen. Manolo decide optar por la juventud. Chechu y el debutante Álex Sanz, ambos de la Selección Andaluza sub-18, a pista. Otro de los benjamines de la plantilla, Dani, es sustituido tras una durísima entrada. Sin falta, sigue el partido.

En una de las contras, Plácido vuelve al lío. Paradón y a mantener la diferencia de un solo gol. Pero las ocasiones de los de Manolo Ramírez no llegan. Cuesta crear, aunque el encuentro se juega en terreno ejidense. Aún así, el cuarto parece estar más cerca que el empate. A tres minutos del final, Claudio se pone la camiseta de portero jugador. Pero nada. Lo único que llega es el cuarto y definitivo gol para los locales, obra del propio meta desde su campo. Y, para terminar, paradón de Da Silva que evita el quinto tras pérdida en ataque.

No pudo ser. Una vez más. La permanencia se juega en casa. La próxima semana llega Infantes, que con un partido más, visita El Limón a solo un punto y en puestos de descenso. Una cita trascendental para el devenir de la temporada. Un todo o nada que llega en febrero. Una final anticipada para dejar a los de Ciudad Real a cuatro puntos, una renta para nada definitiva pero que al menos no asfixia. Cualquier otro resultado será una mala noticia.