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(Esperanza Mena) Hoy viendo las noticias en la televisión, se me secó la saliva, y las lágrimas corrieron por mi cara casi sin darme cuenta, al ver las terribles imágenes del éxodo de tantos refugiados intentando cruzar esa frontera que divide la vida de la muerte.
¡Cuanta injusticia! No entiendo esas guerras donde, como en todas, siempre pagan los mas débiles, niños, mujeres y ancianos, que solo quieren vivir en armonía y en paz. Entiendo que la guerra es un suculento negocio para las fábricas de armas, pero pregunto: ¿Es más importante el dinero que los seres humanos? Parece que sí, aunque yo crea que es absurdo que se peleen por el poder o por la religión; todos somos iguales, seamos de un país o de otro. Cada uno debe respetar las creencias de los demás.
No entiendo que en nombre de algún Dios o profeta, se masacre a la gente. Hay que predicar más la tolerancia, y pensar que el mundo sería maravilloso si hubiese más humanidad, más caridad y mucho más respeto.
Viendo esas estremecedoras imágenes, me vienen a la mente los recuerdos de tantos y tantos refugiados españoles que tuvieron que salir (como ellos) en busca de una nueva vida, ya que la guerra había destruido todo lo que tenían, y el hambre tomó posesión de nuestra querida España. ¡Siempre los mismos!! Niños marchando a tierras desconocidas, esperando unas manos extendidas que les den un futuro mejor.
Espero que encuentren de verdad esa caridad humana, y tengan una nueva oportunidad… ¡Así sea!
