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«Mis momentos más dulces en el cargo cada vez que conseguimos arrancar del equipo de gobierno la aprobación de alguna reivindicación ciudadana que hemos apoyado. El más amargo fue el del entierro del niño fallecido en la cabalgata de reyes de 2013. Fue un hecho tremendo y muy emotivo».
«Podemos no es nuestro enemigo, lo son las políticas neoliberales que han practicado hasta ahora el PSOE y, sobre todo, el PP. Podemos es un partido nuevo con el que compartimos algunos puntos programáticos, pero con el que tenemos algunas divergencias ideológicas y estratégicas».
«Los resultados en Andalucía para nosotros han sido claramente muy negativos. Nuestra presencia en el gobierno andaluz de coalición no ha sido bien acogida por una parte de nuestro electorado».
Revista Lugar de Encuentro entrevista a Eduardo Zorrilla, candidato por Izquierda Unida a la alcaldía de Málaga. En la actualidad tiene 46 años. En 1992 obtuvo la licenciatura de Derecho, comenzando inmediatamente el ejercicio por cuenta propia, en el que se especializó en Derecho Administrativo, Derecho Penal y Derecho Electoral. Como abogado en ejercicio, en 1997 interpuso más de 30 querellas contra Jesús Gil y sus concejales por delitos urbanísticos, procedimientos que terminaron con más de 13 sentencias condenatorias entre 2007 y 2010. En el desarrollo de su profesión, ha colaborado con asociaciones de minusválidos, consumidores, sindicatos, vecinos, de objetores y soldados… Ha sido también asesor jurídico de la empresa de aguas ACOSOL (2003-2006 y 2010-2011), y también ha desempeñado la representación legal de IU ante la Junta Electoral Provincial en distintos procesos electorales desde 1993 a 2011.
¿Cómo surgen sus inquietudes políticas?
Mi participación social y política fue precoz, me afilié a las juventudes comunistas con solo 15 años, participando en las movilizaciones estudiantiles del momento. Con 17 años comencé mis estudios en la Facultad de Derecho. En esos años, formé parte de AEPU (Asociación de Estudiantes para el Progreso de la Universidad), la asociación estudiantil representativa de las izquierdas alternativas, y hegemónica entre los estudiantes de los 80. Más adelante, junto a otr@s compañer@s del movimiento estudiantil, contribuiría a la unión de todas las izquierdas (comunistas, socialistas, anarquistas, cristian@s de base, etc.) en una sola candidatura al Claustro de la Universidad, siendo elegido representante de los alumnos en la mesa del Claustro.
En los años 80, participé en las grandes movilizaciones de esa época: la campaña del no a la OTAN (1985-1986), por la objeción de conciencia y la desaparición del servicio militar (en 1988 me declaré objetor de conciencia), las reivindicaciones ecologistas contra el cementerio nuclear de El Cabril (1986-1990), y por la conservación de playas y espacios protegidos…, la campaña contra el Plan de Empleo Juvenil (1988) y las Huelgas Generales (1985, 1988, 1992 y 1994) y tantas otras…
¿Cuál ha sido su trayectoria a lo largo de estos años?
En el ámbito partidario, fui secretario provincial de las Juventudes Comunistas de Andalucía en Málaga (1990-1993), coordinador provincial del Área de Juventud de IU (1991-1994), y presidente de la comisión de garantías de Andalucía de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía (1994-1996).
En el ámbito profesional, de 1996 a 1999, fui presidente de la Asociación Libre de Abogados de Málaga.
En abril de 2006 Izquierda Unida me designó como Vocal de la Comisión Gestora creada tras la disolución del Ayuntamiento de Marbella, desempeñando las delegaciones municipales de Juventud y Deportes, y de la Tenencia de Alcaldía de Nueva Andalucía.
En 2008, fui candidato de IU al Congreso por Málaga en las elecciones generales.
Soy Coordinador Local de Izquierda Unida desde 2008, y concejal desde las elecciones municipales de mayo de 2011. Actualmente desempeño la portavocía del grupo municipal de IU.
¿Cómo es su día a día como concejal en la oposición y candidato por Izquierda Unida Málaga?
El día a día como concejal de la oposición no tiene límite de horarios y abarca mañana, tarde y noche, también los fines de semana. Por las mañanas, además de atender reuniones de órganos municipales, ruedas de prensa y atención personal a periodistas, intento estar presente en todos los conflictos sociales, laborales, desahucios, etc. Que se producen en la ciudad. Por las tardes todos son visitas a barrios, colectivos vecinales y ciudadanos, ya algún evento municipal o asociativo, además de las reuniones orgánicas de mi formación. Suelo reservar un rato todas las noches, después de cenar, para el estudio de los expedientes de los órganos o para cualquier tema que necesite un análisis más profundo.
Momentos dulces y amargos del cargo.
Sin duda, el momento más amargo fue el del entierro del niño fallecido en la cabalgata de reyes de 2013. Fue un hecho tremendo y muy emotivo.
En cuanto a momentos dulces, no sería capaz de destacar uno solo, quizás cada vez que conseguimos arrancar del equipo de gobierno la aprobación de alguna reivindicación ciudadana que hemos apoyado.
CASTA
¿Podemos es el enemigo? ¿Qué es para usted la casta?
Podemos no es nuestro enemigo, lo son las políticas neoliberales que han practicado hasta ahora el PSOE y, sobre todo, el PP. Podemos es un partido nuevo con el que compartimos algunos puntos programáticos, pero con el que tenemos algunas divergencias ideológicas y estratégicas: nosotros nos identificamos nítidamente como una fuerza de izquierdas y con una concepción de clase de defensa de los trabajadores y los más desfavorecidos, y apostamos por una amplia unidad popular de todas las fuerzas alternativas a las políticas neoliberales.
Para mí «casta» es un grupo social privilegiado, de carácter endogámico y hereditario. Creo que su utilización, exitosa, por parte de los líderes de Podemos, constituye un significante vacío que cada cual puede dotar del contenido que desee de acuerdo con sus inquietudes y aspiraciones. En este sentido, les ha sido muy útil desde un punto de vista electoral, pero resulta poco útil para disputar el poder a las élites económicas.
A mi juicio no existe la casta política, sino una parte de los políticos que están al servicio de los intereses socio-económicos de las élites económicas. Coincido con Alberto Garzón en que no existe la «clase política», sino políticos de todas las clases.
¿Qué valoración hace de los resultados de Izquierda Unida en las elecciones andaluzas? ¿ A qué cree que se han debido?
Los resultados para nosotros han sido claramente muy negativos. Nuestra presencia en el gobierno andaluz de coalición no ha sido bien acogida por una parte de nuestro electorado, Hemos pagado no haber sabido comunicar nuestros logros en el gobierno andaluz a pesar de tener sólo 12 parlamentarios/as. La irrupción de una nueva fuerza, hasta ahora en alza como Podemos, nos ha restado muchos votos que han ido a la opción que veían como más capaz de traer el cambio. Creemos que muchos de esos votos son recuperables.
¿ A qué políticos admira?
A muchas personas que, anónimamente, sacrifican muchas cosas para luchar, en todo el mundo, por una sociedad mejor. Si me preguntan por entre los conocidos, citaría a tres: Julio Anguita, Antonio Romero y Alberto Garzón.
REPÚBLICA
El pasado 14 de abril tuvo lugar el Día de la República. ¿Cómo lo habéis celebrado y qué supone para IU este acontecimiento?
Lo celebramos por la mañana, como cada año, con una ofrenda floral en el cementerio de San Rafael a todas aquellos malagueños y malagueñas que fueron asesinadas por el poder militar golpista por defender el régimen legítima y legalmente constituido: la República y la Democracia. Por la tarde, acudimos a la manifestación convocada por «Málaga Republicana», la plataforma que agrupa a partidos y colectivos republicanos en Málaga.
Para Izquierda Unida, la República supone básicamente un estadio más avanzado de la Democracia en la que todas las instituciones del Estado, sin excepción son elegidas por la ciudadanía. Para nosotros la Monarquía no deja de ser un déficit democrático en el que la Jefatura del Estado se hereda. Pero para Izquierda Unida, la República no es simplemente una forma de Estado en que es electiva la jefatura del Estado. Es mucho más que eso, es una concepción de Estado caracterizada por unos determinados principios, valores, contenidos, funcionamiento institucional y vinculación a la realidad social, que la configuran como alternativa democrática a la realidad existente. Una alternativa que debe ser conformada, desarrollada y apoyada por el respaldo ciudadano.
MÁLAGA PARA LA GENTE
¿Qué es Málaga para la Gente?
Málaga para la gente es un proceso de confluencia entre personas y organizaciones que hemos construido un espacio organizativo y participativo común con el objetivo de conseguir una ciudad digna y democrática. Surge de experiencias y convergencias fruto de la movilización social y del convencimiento de que sí se puede gobernar poniendo en el centro de las prioridades municipales a las personas y no a los grandes intereses económicos.
Málaga para la gente se presenta a las próximas elecciones municipales en Málaga como coalición electoral de los partidos que la conforman (Izquierda Unida-Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, Alternativa Republicana y Alternativa Socialista), colectivos ciudadanos y, sobre todo, personas, en las que recae la soberanía bajo el principio de «una persona un voto», con un funcionamiento democrático, transparente y participativo, que adopta sus decisiones en forma asamblearia o mediante primarias y referéndums.
Málaga para la gente, más allá del carácter meramente electoral, es una apuesta para construir espacios de participación y empoderamiento ciudadano e instituir una nueva democracia política y económica en la ciudad de Málaga que respeta la singularidad de los colectivos y personas que en ella participan.
En cuanto a su lista electoral ¿Cómo se ha confeccionado? ¿Qué proceso ha seguido?
Málaga para la Gente ha elegido su lista por un proceso consensuado entre los partidos y colectivos integrantes, refrendado por la asamblea.
¿Cómo vais a desarrollar la campaña electoral?
La precampaña y la campaña electoral la vamos a desarrollar sobre todo con el contacto directo con vecinos y colectivos en pequeños actos en calles y barrios de la ciudad, además de en encuentros con colectivos sociales y sectores concretos. Es una campaña con unos medios económicos modestos, donde el principal activo lo constituyen las personas que están comprometidas con el proyecto y su trabajo voluntario.
PROBLEMAS MÁLAGA
¿Qué opinión tienen de las obras del Metro en el centro?
Nosotros preferíamos la continuación del metro en superficie hasta el centro, al igual que ocurre en innumerables ciudades europeas. Una vez se alcanzó un consenso entre la Junta y el Alcalde para hacer llegar el tramo final a la alameda soterrado, y en superficie hasta el Hospital Materno, lo que salvó la viabilidad del proyecto y la inversión realizada, creemos que es necesario empezar las obras y terminarlas cuanto antes, con el menor coste posible para comerciantes y ciudadanía, siempre asegurando alternativas que reduzcan el impacto en la movilidad de la ciudad.
¿Y de Limasa?
Tal y como se concretó el contrato de la empresa mixta LIMASA, es muy perjudicial para los intereses del ayuntamiento, vampirizado por los beneficios blindados de los socios privados. Según un informe de la propia LIMASA, una empresa 100% municipal supondría un ahorro de hasta 47 millones de euros en cinco años, que a nuestro juicio podría emplearse en más personal y medios para mejorar el servicio de limpieza, sobre todo en los barrios. Abogamos, por tanto, por remunicipilizar completamente la empresa de limpieza LIMASA.
¿ Y de la Cónsula?
En cuanto a La Cónsula tenemos una posición muy crítica con la gestión llevada a cabo por la Junta de Andalucía. No entendemos las razones, para después de tanto tiempo, no se hayan solucionado los problemas para su normal funcionamiento, algunos como el que actualmente paraliza su funcionamiento, aparentemente tan sencillos como la contratación del servicio de limpieza. Creo que la Junta no actúa en consecuencia con la consideración de La Cónsula como elemento clave para lograr la calidad de nuestra oferta turística, tan imprescindible para la sostenibilidad y rentabilidad de nuestra mayor industria económica.
¿Cuáles crees que son los principales problemas de Málaga y como los solucionaría?
Para mí, el principal problema que hoy tiene Málaga es la gravísima situación de emergencia social que se vive. En Málaga hoy miles de personas dependen del reparto de alimentos para poder comer. Una cuarta parte de los malagueños y malagueñas vive bajo el umbral de la pobreza, y en algunos distritos más. Más de la mitad de los menores de 16 años están en riesgo de pobreza. Y siguen aumentando los desahucios de personas y familias de su vivienda, muchas veces con violencia extrema (Según el CGPJ, más de 2.000 desahucios en Málaga en 2014).
Evidentemente, de esta situación no es el ayuntamiento el principal responsable, sino las políticas neoliberales de los distintos gobiernos en las últimas décadas. Pero el gobierno municipal del PP en Málaga ha mantenido una actitud sumisa o pasiva, cuando no de apoyo entusiasta, a las políticas de extrema austeridad del gobierno Rajoy.
¿Han tomado en cuenta y aprobado algunas de vuestras propuestas políticas de estos años desde la oposición?
El grupo municipal de Izquierda Unida tenemos a gala que siempre planteamos propuestas sensatas y desde el rigor. Esto ha hecho que algunas de nuestras propuestas hayan sido apoyadas por el equipo de gobierno, por poner un ejemplo que en estos días está de actualidad, la propuesta de celebrar un Festival del Cine Español en Málaga partió de Izquierda Unida. En otras ocasiones vemos como nuestras propuestas son rechazadas por el equipo de gobierno para luego, pasado un tiempo, presentarlas como iniciativa propia, como las deducciones hasta el máximo legal del impuesto de plusvalía a las familias desahuciadas de su vivienda o que la han entregado en pago de la deuda hipotecaria o a las herederos de la vivienda familiar que sea su residencia habitual. No nos importa, nos damos por satisfechos con la aprobación de propuestas que consideramos justas y necesarias.
¿Permanecerá en la oposición cuatro años más si no alcanza la alcaldía?
Mi compromiso es permanecer cuatro años representando a los electores que nos den su confianza, ya sea en el gobierno o en la oposición.
Háblenos de Málaga desde el futuro.
Málaga, como el resto del país, se encuentra hoy ante una encrucijada: continuar las mismas inercias en las políticas desarrollistas, privatizadoras de los bienes públicos, y despilfarradora de los recursos públicos; o emprender un cambio en el modelo de ciudad en un sentido de mayor democracia e intervención popular en las decisiones, y más cohesionada socialmente, que atienda prioritariamente a mejorar las condiciones de vida de la gente y recuperar el derecho al disfrute de la ciudad, de sus espacios y servicios públicos, por la mayoría.
El modelo de ciudad escaparate, en la que tras una pretendida marca de «ciudad cultural», «ciudad sostenible», o «ciudad inteligente», esconden detrás una realidad muy distinta para la vida de una amplia mayoría de la gente. Hacen falta menos marcas y más políticas sustanciales, con objetivos distintos y medidas concretas eficaces para hacerlo posible.
Mensaje a Málaga y a todas las personas que van a leer esta entrevista en Revista Lugar de Encuentro.
Hoy en 2015, la situación de regresión social y democrática en nuestro país provoca la reclamación por amplias capas de la población de una mayor y más efectiva participación democrática en la toma de decisiones, y en las políticas destinadas a garantizar las necesidades básicas de las personas y su dignidad. Es en el ámbito local, el más cercano a la vida cotidiana de las personas, donde con más claridad se sienten las dramáticas consecuencias de las políticas de austeridad. Y es en las ciudades como Málaga donde es posible hoy iniciar un cambio democrático.
Pero el cambio en el modelo de ciudad para la Málaga del siglo XXI sólo será posible con participación, visión estratégica y una recuperación por la ciudadanía de lo colectivo, para transformar Málaga en una dirección de mayor democracia y cohesión social, de recuperación de lo público y de mayor decisión para el impulso de la actividad económica y el empleo. Es necesario apostar por la cultura de pactos sobre programas, sin maximalismos, entre las distintas fuerzas progresistas que salgan de las elecciones locales.
