El PP cierra los ojos ante la pobreza infantil

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(UPyD Alh Torre) El portavoz adjunto de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Carlos Martínez Gorriarán, ha advertido de que «cualquier niño que nace en democracia tiene derecho a que sus necesidades básicas sean atendidas adecuadamente». «Es el Estado el que se debe ocupar; no es totalitarismo ni intervencionismo, es democracia», ha remachado el ‘número dos’ de la formación magenta.

 

Para Gorriarán, «la pobreza infantil debe ser una política de Estado prioritaria» y ha alertado que «no vale la excusa de que no hay recursos» económicos. El portavoz adjunto de UPyD ha asegurado que «un país donde no se cuida la infancia está condenado a ser un país sin futuro» y que «no se puede salir de la crisis con esta situación», en referencia al alto índice de pobreza infantil que existe en España.

Durante el debate en el Pleno del Congreso de los Diputados de una moción de UPyD sobre las medidas que piensa llevar a cabo el Gobierno para erradicar la pobreza infantil, Gorriarán ha propuesto una política universal de prestaciones a familias con hijos a cargo, que ha fijado en 1.200 euros al año y que representarían 9.400 millones de euros. «Es una cantidad importante», ha reconocido Gorriarán, «pero mucho más lo es el objetivo».

De hecho, ha explicado el diputado de UPyD, esta propuesta se aplica en 21 países de los 28 países miembro de la Unión Europea, precisamente los que tienen un índice de pobreza infantil inferior al resto. Gorriarán ha recordado que la tasa de riesgo de exclusión social y situación de pobreza infantil en España se sitúa en el 36,3%, cifra que afecta a 3.500.000 de menores.

Para el ‘número dos’ de UPyD, hay tres amenazas de que se incremente este porcentaje de pobreza infantil: mayor precarización y temporalidad del empleo, reducción de subsidios a parados y reducción de la inversión en la erradicación de este problema. Gorriarán ha advertido de que «el futuro del país está absolutamente ligado a la infancia del presente».

Editorial de UPyD

La lucha contra la pobreza infantil debe ser una prioridad

Todo el mundo quiere políticos eficaces. Pero la eficacia sirve de poco si se equivocan las prioridades. En España, durante mucho tiempo, las prioridades han estado totalmente alejadas de los problemas de la gente. Y, para colmo, el grado de eficacia ha sido bajo. No digamos ya el de honradez. La prioridad de los viejos partidos han sido los partidos viejos. Hoy mismo se ha sabido que el gobierno valenciano del PP planea resucitar la televisión pública regional que murió de sectarismo, derroche y corrupción. Se da la circunstancia de que hoy se debate en el Congreso una moción de UPyD contra la pobreza infantil. Será un gran día para comprobar las prioridades del PP y del Gobierno.

UPyD lucha contra la pobreza infantil allí donde le corresponde: en las instituciones. En todos los parlamentos (regionales, nacional, europeo) donde está presente, así como en los ayuntamientos, ha defendido iniciativas para mejorar la vida de los menores, el grupo social que más está sufriendo las consecuencias de la crisis y de esta supuesta recuperación que tanto está tardando en llegar a los ciudadanos. Y esto es una novedad, porque hasta ahora eran los mayores de 65 los que solían llevarse la peor parte. Ahora, en cambio, son los abuelos, con sus mermadas pensiones, los que tienen que sostener a sus hijos y a sus nietos.

Las cifras de pobreza infantil en nuestro país son escandalosas: con 3,5 millones de niños en situación de pobreza o exclusión, España ocupa un lugar indigno en el furgón de cola de la Unión Europea. ¿Es porque la crisis ha sido aquí más dura que en otros lugares? De hecho, como ha demostrado Unicef, no es ese el motivo. Se trata, en efecto, de las prioridades. UPyD pide hoy al Gobierno que establezca una prestación universal por hijo a cargo como la que tienen 21 de los 28 países de la UE. Esta ayuda, que significaría 100 euros al mes para todas las familias frente a los poco más de 20 que se pueden deducir ahora las familias más pobres, habría paliado la situación de la infancia española.

El Gobierno suele contestar que lo que hay que hacer es crear empleo, pero el que se está generando desde las últimas reformas laborales (del PSOE primero y del PP después) es tan precario que apenas permite abandonar la pobreza a quien encuentra trabajo. También se suelen esgrimir el déficit y la deuda: la situación financiera de España es, sin duda, muy delicada, pero una vez más nos encontramos ante las prioridades. Las diputaciones cuestan casi 6.000 millones al año. Con una fusión de ayuntamientos como la que pide UPyD podrían liberarse esos fondos y otros 9.000 por la vía de la mayor eficiencia en la prestación de servicios, un dinero que se podría destinar a apuntalar el maltrecho Estado del bienestar español.

Suele decirse que con los niños nos jugamos nuestro futuro. Esto es cierto como sociedad. Pero los niños son individuos con derechos reconocidos por la ONU y por la Constitución. No son humanos en acto, no en potencia. Son personas aquí y ahora. La sociedad debe pensar en su futuro, pero antes en el presente de todos los que la componen. Los niños pobres o excluidos ven vulnerados sus derechos. Para su desgracia, ellos no tienen la capacidad de exigirlos, así que nos toca a los adultos hacerlo por ellos. Por su presente y por nuestro futuro, debemos convertir la pobreza infantil en el tema central del debate político en España.

Felipe Córdoba (UPyD Alhaurín)