Revolución Feminista

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Fotografía y redacción: Sofía Furse, estudiante de Periodismo. Twitter @sofiafurse 

Más de 10.000 fueron los manifestantes que se reunieron en la Plaza de la Marina a las 19.00 horas. Ha sido considerada una huelga feminista “histórica” y desde luego que lo será.

Comenzaban a llenarse las calles de Málaga antes de las 12, miles de mujeres se reunieron ayer 8M por la mañana en grandes concentraciones. Reivindicaban la desigualdad entre el hombre y la mujer, la brecha salarial, el techo de cristal, el consumismo, entre otros. Ha tenido gran relevancia la homogeneidad de los manifestantes: mujeres de todas las edades, etnias y orientación sexual, acompañadas por un significativo número de hombres.

Lemas como “tranquila, hermana, somos tu manada”, “Manolo, hazte la cena tú solo”, “luego diréis, que somos cinco o seis”, “mujeres unidas, jamás serán vencidas”, “aquí están, éstas son, las de la revolución”, “no nos mires, únete” gritaban a todo pulmón en la primera huelga feminista general de España.

Sin duda, el día de ayer quedará en la memoria de muchos, pero esto no es suficiente. Tal y como reivindica el manifiesto que fue leído ayer, hemos logrado mucho, pero aún nos queda mucho que hacer. No vale con unirnos un día al año, es mucho más que eso; se trata de estar unidas todo el año, porque nada es más importante que nuestros derechos, nos merecemos más, MUCHO MÁS.

Por las que ya no están, por las asesinadas, por las que no pudieron acudir a la huelga, por el futuro que nos queda por delante, por nuestros derechos, por nosotras.

No podremos hablar de igualdad hasta que llegue el momento en el que un hombre y una mujer que tienen el mismo cargo cobren lo mismo, entonces, habremos conseguido lo que tanto tiempo llevamos luchando.

No podremos hablar de igualdad hasta que también en los baños de los hombres haya un espacio para cambiar bebés porque ellos también son padres, y tienen que ejercer como tales.

No podremos hablar de igualdad hasta que las tareas del hogar se repartan y no tenga que hacerlo todo la mujer porque “así ha sido tradicionalmente.”

No podremos hablar de igualdad hasta que las mujeres podamos volver a casa solas sin temer por nuestra vida.

No podremos hablar de igualdad hasta que seamos respetadas.

Creemos revolución. Ésta es nuestra lucha.